En el país de la belleza tenemos la fortuna de contar con gran riqueza de fuentes hídricas, y los humedales son un ejemplo de ello. Aquí encontrarás desde estuarios, manglares y ciénagas; hasta meandros, lagunas, chucuas y pantanos que presentes en costas, zonas ribereñas y altas montañas del país, convirtiéndose en una red indispensable de vida para la fauna y flora de Colombia.
Por eso, queremos contarte sobre la importancia de estos ecosistemas en el medio ambiente y cómo sus aguas también hacen parte de la belleza de nuestra tierra.
Son fuente de vida
Foto de Juan Sebastián González R.: https://www.pexels.com/es-es/foto/persona-agua-barca-arboles-13806365/
Los humedales no solo son la principal fuente de agua para el consumo del ser humano, también funcionan como hábitat, ya que brindan refugio a una gran variedad de fauna acuática, terrestre y de aves. Además, la biodiversidad de los humedales regula los procesos ecológicos esenciales para la vida, como lo son los ciclos hidrológicos y de carbono.
Actúan como purificadores naturales
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Los humedales en Colombia atrapan contaminantes en el agua a través de diferentes procesos, como la sedimentación. En algunos casos, absorben nitrógeno y fósforo provenientes de fertilizantes agrícolas, convirtiéndose en actores principales que filtran la vida a través de sus aguas.
Son santuario para innumerables especies
Foto de Juan Sebastián González R.: https://www.pexels.com/es-es/foto/la-pesca-en-la-cienaga-13806162/
Los humedales hacen parte de las zonas más ricas en la biodiversidad del planeta. De acuerdo con WWF Colombia, se estima que alrededor del 12 % de las especies viven en humedales de agua dulce. Entre ellas se encuentran están aves como patos, gansos, ibis y martines pescadores que utilizan estos ecosistemas como paradas estacionales durante largas migraciones donde encuentran protección y alimento.
Desempeñan un papel crucial en la lucha contra el cambio climático
Foto de Juan Sebastián González R.: https://www.pexels.com/es-es/foto/hombre-lago-canoa-cubo-13806441/
El valor de los humedales en la mitigación y adaptación al cambio climático es incalculable, pues son los sumideros de carbono más eficientes del planeta y son pieza clave en la regulación de emisiones de gases de efecto invernadero. Así mismo, ayudan a las comunidades a adaptarse a los impactos del clima cambiante, ya que funcionan como barreras contra las subidas del nivel del mar, inundaciones, sequías y ciclones, siendo un motivo de orgullo y admiración en el país de la belleza.
Son capaces de regular desbordamientos de agua
Foto de juan rojas: https://www.pexels.com/es-es/foto/naturaleza-campo-medio-ambiente-rural-6708680/
Los humedales en Colombia cumplen un rol fundamental en la adaptación al cambio climático, ya que amortiguan el efecto de las tormentas y las inundaciones. Igualmente, sirven de barrera frente a la intrusión del agua salada y la erosión.
¿Por qué debemos cuidar nuestros humedales?
- Por su valor socioeconómico, al dotar de líquido vital a muchos acueductos rurales y municipios. Igualmente, son fuente de recursos pesqueros y forestales además de generadores de ingresos a comunidades asentadas en los alrededores, quienes son principalmente pescadores.
- Porque son uno de los entornos más ricos del planeta donde se refugian miles de especies animales y vegetales, convirtiéndose en un gran exponente del patrimonio natural, con presencia de fenómenos biológicos, flora y fauna.
- Por ser áreas para el desarrollo de actividades de esparcimiento, recreación y turismo. A su vez que son fuente de control de inundaciones y mitigación de tormentas.
Algunos humedales que puedes visitar, cerca de Bogotá
Río Neusa, Cundinamarca. Foto cortesía Parques CAR
Muy cerca de la capital del país de la belleza, se encuentran innumerables fuentes hídricas de vital importancia para la preservación de la flora y fauna de la región, así como para el abastecimiento de agua y energía para los municipios de la Sabana. Es por esta razón que la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) hace un llamado constante por su protección e invita a los colombianos a estar en contacto con la naturaleza de manera responsable, en los seis parques regionales que administra.
Cada uno de estos lugares brinda una experiencia distinta para estar en contacto con la naturaleza. Así que, si lo que buscas es desconexión o acampar a la luz de una fogata y acobijado por las estrellas, mientras disfrutas del reflejo de la luna sobre el agua, el Embalse del Hato o el del Neusa son los destinos ideales para ti.
Panorámica aérea del Embalse El Hato, en Cundinamarca. Foto cortesía Parques CAR
También está Puente Sopó para quienes su plan predilecto es disfrutar en familia de escenarios deportivos y amplias zonas verdes, cocinando los más deliciosos platos de nuestra gastronomía típica en un kiosko entre caminos y bosques.
Panorámica aérea del Parque Puente Sopó, en Sopó, Cundinamarca. Foto cortesía Parques CAR
Sin embargo, si lo que quieres es sumergirte en una visión cosmológica ancestral sobre el rol y la importancia de ciertos humedales, puedes visitar la Laguna del Cacique Guatavita y maravillarte con la belleza de sus aguas, adentrarte en la “Leyenda de El Dorado” y vivir de primera mano las antiguas tradiciones muiscas.
Panorámica aérea de la Laguna del Cacique Guatavita, en Sesquilé. Foto cortesía Parques CAR
Sin importar cual sea el humedal que visites, recuerda que en tus manos también está cuidar esta gran riqueza natural de nuestro país. Acciones como reducir la cantidad de residuos que se vierten en estos lugares, controlar la pesca y fomentar un turismo responsable, también son claves para la conservación de estos oasis llenos de diversidad que, sin duda alguna, son unas de las expresiones de la belleza de nuestro país.
