Luego de diez años por fuera de Colombia, y de estar metida en el mundo de las finanzas, la bumanguesa Ana María Sarmiento decidió dejar todo de lado y explorar su faceta de diseñadora. Fue así como en 2013 nació Flor Amazona, una empresa que ya ha logrado dejar huella en el Viejo Continente: no sólo pasó por la semana de la moda en París y Milán, sino que debutó con su colección otoño-invierno en Londres y Berlín a comienzos de 2014. Hoy los diseños de Flor Amazona se exhiben en tiendas de lujo de Italia, Turquía, Israel y Alemania, y han aparecido en importantes editoriales de moda como Elle Italia, Accesories y Vogue.
“Durante el tiempo que estuve recorriendo Europa y Asia conocí infinidad de personas que hablaban de Colombia apasionadamente, querían escuchar de ella o que su sueño era conocerla –cuenta Ana María–. Así que me puse en la tarea de crear una marca que transportara a todas las mujeres del mundo al paraíso que es nuestro país”.
Flor Amazona le muestra al mundo la riqueza de Colombia combinando el trabajo artesanal de los indígenas y la orfebrería precolombina con una serie de diseños vanguardistas. La inspiración de Ana María son, entre otros, el Amazonas, las creencias indígenas, la Sierra Nevada, el Pacífico y todas las mujeres del país. “Más que una marca de joyas, esta es una marca de cultura. Nosotros vendemos amor por Colombia”, dice Ana María.
Es cierto: para ella lo verdaderamente importante, al final, es Colombia. “Este país lo tiene todo. Su biodiversidad es apasionante, inconmensurable, apabullante, mágica, liberadora y la fuente de mi inspiración. Colombia es el laboratorio de la vida. La riqueza de nuestros recursos naturales es indescriptible”, asegura. Por eso cuando habla de el país se le nota el orgullo: “Colombia nos lo ha dado todo y me siento absolutamente orgullosa y agradecida con mi país. Hablar bien de Colombia se vuelvo contagioso y precisamente es lo que hacemos en Flor Amazona todos los días, divulgar el amor por el país”.
