Que la victoria de Marcelo Rozo en el Abierto de la República Argentina haya sido catalogada por los expertos como “el título más trascendental del golf colombiano en 2013”, dice ya mucho de esta joven promesa nacional. Con 24 años y apenas uno como profesional, este bogotano ha logrado volver a poner de moda el deporte que hizo famoso a Camilo Villegas. Y es que la victoria del 15 de diciembre pasado no es un solo triunfo más: este torneo, el más importante del continente y el cuarto más antiguo del mundo, reúne a figuras tan importantes como Ángel “el Pato” Cabrera, ganador de dos masters del PGA.
Pero, bien mirado, lo de Marcelo no es ninguna casualidad: descendiente de una familia de golfistas, desde pequeño parecía destinado a vivir para este deporte. Su abuelo, el argentino Vicente Falaschini, se destacó como uno de los grandes forjadores del golf nacional desde que se estableció en el país, en 1957; su tío Iván Rengifo representó a Colombia en más de 30 torneos internacionales, y su hermano Mateo –ya fallecido–, alcanzó a ser campeón nacional por parejas. Sería cuestión de años para que Marcelo se fuera becado a los Estados Unidos, y luego de terminar su carrera de Administración Deportiva en la Universidad de Lynn, se dedicara de lleno al golf.
Rozo, declarado admirador de Tiger Woods y Camilo Villegas, asegura que es un jugador “anímicamente calmado, tranquilo, que le pega bien a la bola y tiene un buen drive”. Luego de su triunfo –que celebró en el hoyo 18 con varios amigos colombianos– Marcelo se pone retos altos: en el futuro espera ganar un PGA Tour latinoamericano y quedar en el top 5 del ranking. Por lo pronto, participará en el Pacific Rubiales Colombia Championship, en febrero del 2014, y gracias a su victoria jugará el Puerto Rico Open, del PGA Tour.
Por su dedicación, talento y disciplina, Marcelo es también parte de la respuesta.
