Acostado en un chinchorro, acompañado de su cuatro, divisa el paisaje privilegiado de la Orinoquía, donde los inmensos pastizales se extienden hacia el horizonte hasta encontrarse con el cielo. Allí, Orlando “El Cholo” Valderrama, un fiel representante de los cantos de vaquería y la música llanera colombiana, da rienda suelta a su inspiración en esas llanuras inmensas, verdes y soleadas; de alcaravanes, morichales y atardeceres de ensueño. Así ha pasado 67 años de vida, componiendo y exaltando el folclore de su región. Nunca abandona las labores del campo y disfruta su vida montando a caballo, ordeñando y aupando ganado.

Nació en Sogamoso, pero creció entre las llanuras de Pore, San Luis de Palenque y Yopal. Un cantor de voz recia, cuyas interpretaciones iniciaron con las tonadas de ordeño y ambientando las parrandas del vecindario; sin pensar que años más tarde recorrería el mundo entero exhibiendo el joropo como un baluarte de la cultura nacional. El Cholo es el primer cantante y compositor de música llanera colombiana premiado con un Latin Grammy, como reconocimiento al mejor álbum de música folclórica por su producción “”¡Caballo!””. En 1993 le otorgaron el Florentino de Oro, un galardón exclusivo para músicos llaneros venezolanos, pero del cual se hizo merecedor por Honoris Causa.

Baquiano de mil caminos, de sombrero levantado, al frente del sol naciente y atardeceres soñados. Un llanero encotizao, con sombrero pelo ‘e guama y el pantalón enrrollao. Hombre sangre de indio, trabajador empeñado en contarnos las historias del bello pueblo olvidado. Primer músico llanero que la China ha visitado; entre capachos, cuatros y arpas sus canciones han sonado. Más de quince países con su obra ha visitado, hasta en las calles de Rusia su coplas se han escuchado. Llanero, sí es llanero; un poeta colombiano de su tierra enamorado.