El desarrollo de las industrias culturales va de la mano con los avances de la tecnología. En la música las cifras son contundentes: de acuerdo con el último informe publicado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica, ya hay 28 millones de personas que pagan por el servicio de streaming de canciones. Así mismo, la descarga de contenidos va en aumento, llegando ser el 67% del total del mercado digital global. Además las descargas resultan fundamentales a la hora de hablar de crecimiento, sobre todo en mercados en desarrollo como Filipinas y Hong Kong.
De acuerdo con Edgar Berger, presidente y director ejecutivo de la división internacional de Sony Music Entertainment, “la música siempre ha estado a la vanguardia de la revolución digital, guiando a las demás industrias creativas y definiendo el futuro del entretenimiento digital.” Sumados a esta premisa y con el objetivo de liderar el mercado en América Latina, las iniciativas en nuestro país son cada vez mayores.
Bajo este panorama surge Colombian Loops: el primer banco de sonidos en formato loop (de repetición) con los ritmos e instrumentos del Caribe. Detrás de este emprendimiento está Poliedro, una organización de innovación y cultura digital que en pocos años ha recibido diferentes premios por parte de entidades como InnPulsa Colombia y el MinTIC y MinCultura. Johanna Pinzón, fundadora y directora, también recibió un reconocimiento: el Young Creative Entrepreneur que entrega el British Council.
“Hay una necesidad muy grande de poder acceder a la fuerza de la música colombiana que se traduce en diversidad: ritmos e instrumentos que cada vez hacen más eco en el mundo”, asegura Pinzón. “La sonoridad colombiana está de moda y nuestra respuesta a esa necesidad fue dar la posibilidad de tener a un click música original para ser usada en cualquier rincón del planeta.”
Colombian Loops no solo es un producto comercial. También rescata parte del patrimonio inmaterial colombiano, pues los más de 350 sonidos seleccionados están sustentados en una investigación musicológica que los agrupó en tres grandes ejes: vallenato, porros y pitos y tambores y sonidos insulares. En esta primera fase contaron con la asesoría y el acompañamiento de Iván Benavides, productor destacado de la industria nacional que ha trabajado al lado de Carlos Vives, Richard Blair y la agrupación Bloque de Búsqueda. Para la grabación fueron invitados músicos de reconocida trayectoria dentro y fuera del país como Mayté Montero en las gaitas, Luis Ángel ‘el papa’ Pastor en el bajo, y Jimmy Zambrano en el acordeón.
Junto a los loops, disponibles para trabajar en 15 plataformas diferentes de audio, fueron creados tres instrumentos virtuales: Marimba de Chonta, Alegre y Gaita. “Le brindamos la posibilidad a alguien desde Japón, por ejemplo, que no tenga el instrumento y no le interese entrar a un estudio de grabación, de usar el sonido de la gaita, el instrumento real, en sus creaciones,” comenta la directora de Poliedro. “Es interesante porque lo que va a pasar es que mucha gente va a ponerse a reinventar la música desde Colombia.” Quienes deseen comprarlos también podrán acceder a tracks y re mezclas, teniendo en cuenta que adquieren los derechos para usarlos de manera legal. También fue contemplada dentro de la plataforma transmedia, como la define su creadora, una aplicación con una cantidad limitada de loops que permite, a manera de juego, explorar las músicas caribeña.
Finalmente, para Johanna Pinzón “alguien que se acerque y quiera conocer Colombia, debe pasar por su música. Nos reconocemos a partir del sonido. De la felicidad que tiene nuestra sonoridad”. La riqueza cultural de nuestro país es inmensa y ahora, gracias a Colombian Loops, la música estará al alcance de todos los productores del mundo.
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